Margallo declaró que “España no tiene
que pedir ninguna disculpa” y confirmó que a su gobierno siguió la información
de “un amigo” que les dijo que Snowden viajaba en el avión de Morales.
A pesar de la evidente agresión que
realizó el gobierno español contra el presidente de Bolivia, Evo Morales, al
bloquear su espacio aéreo al avión presidencial donde se trasladaba el
mandatario andino, este viernes reiteró su posición imperialista puesto que el
ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, declaró a
televisora nacional del país ibérico que “su país no tiene ninguna razón para
pedir disculpas” a Bolivia.
“Desde luego, España no tiene que
pedir ninguna disculpa, el espacio aéreo no estuvo nunca cerrado”, expresó
Margallo, soberbiamente.
Justificó su actuación y la de los
países europeos involucrados en el incidente, confirmando que ésta respondió a
que recibieron información de la supuesta presencia del exagente de
inteligencia estadounidense Edward Snowden en el avión donde viajaba Morales.
“Nos dijeron que los datos estaban
claros, que Snowden estaba dentro (del avión)”, por lo que expresó que midieron
los riesgos de la acción y decidieron “confiar en un amigo”. Sin embargo,
Margallo se negó a precisar quién fue la fuente de información y cuándo le
preguntaron si existió comunicación alguna con Estados Unidos en este caso,
respondió cínicamente que "eso forma parte del secreto del sumario".
Además, el canciller afirmó que
España condena el espionaje pero paradójicamente, ejerce acciones perseguidoras
contra Snowden, cuyo único delito fue revelar el plan de espionaje mundial de
la Casablanca, que incluye a los países europeos, por cierto.
Para los países revolucionarios está
claro que aunque España no lo admita, recibieron órdenes del gobierno
estadounidense para efectuar esta flagrante violación del derecho
internacional, de la soberanía boliviana y de la inmunidad de la que goza
Morales como primer mandatario.
Con estas declaraciones, Margallo
ignora arbitrariamente la Declaración de Cochabamba, donde la Unión de Países
Suramericanos (Unasur) exigió que su gobierno y el de Portugal, Francia e
Italia, se disculpen públicamente por denegar el tránsito aéreo al avión
oficial de Evo Morales este martes, lo que constituye un ataque grave a la
soberanía no solo boliviana sino latinoamericana, puesto que como dijo el
presidente de Venezuela Nicolás Maduro, “si atacan a uno, nos atacan a todos”.

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